martes, 24 de agosto de 2010

No a los Play offs

En algún momento de su vida, quizás todos querían ser presidente de Chile, me imagino todos querían jugar en La “U”, U.C o Colo-Colo, también todos querían ser como Elías Figueroa, Zamorano o Salas.

 

La verdad es que aunque todos quieran, no todos pueden, y razones hay por miles.

¿Es infeliz quien se la juega por crecer, o sacar desde más abajo a su familia o institución?

¿Es de mentira el orgullo de un pequeño comerciante o trabajador?

 

Me van a decir que un feriante de la vega no puede sentirse útil, convocar o emanar alegrías según sus espectativas reales, en desmedro de su competencia dentro del mismo mercado (grandes empresas).

 

Los triunfos , las alegrías, el orgullo y la realización, no siempre es sinónimo de levantar la copa, hay quines según sus estudios o capacidades o buen trabajo, triunfan en sus respectivos ámbitos y logran sus respectivos objetivos.

 

Para algunos, el mantener la esquina para hacer malabarismo es su principal tarea, otros, que el puesto en la caleta se mantenga o sobresalga según sus competencias reales.

 

¿La posibilidad de romper esquemas?, simpre es una alternativa real, pero es romper la regla.

 

Les guste o no, el fútbol si bien se maneja en una burbuja comercial, no es ajena a la realidad del actuar de las personas, las empresas y los clubes de amigos.

 

No porque un feriante no pueda obtener el premio de más grande empresario del mercado, vamos a bajar la vara de exigencia o competitividad.

 

Todos tienen un rol, y si no les gusta el que cumplen, gestionen de mejor forma o simplemente cámbiese de rubro, si creen que la formula de la felicidad es simpre lograr besar la copa, regalémolse un par de estrellas a cada institución, y así, dejamos felices a los infelices.

 

Si no son capaces de llevar gente al estadio, preocúpese, pero no culpe a la falta de competencia, la competencia está, es dura, a veces se siente injusta, pero disminuirla para yo crecer, personalmente creo que es absurdo.

 

A los presidentes de clubes que lloran por la vuelta de los play offs, le cuento que en las kermesses de los colegios todos se llevan medallas, diplomas y un abrazo del profesor jefe, en el mundo real, no.

 

Conozco muchos hinchas de clubes que con suerte les alcanza para soñar que pueden tocar la copa, pero nunca paran de hablar de emociones, alegrias y satisfacciones que su institución les entrega.

 

La solución no es bajar el nivel para que todos sean grandes, la solucion está en la gestión, y si no le gusta, a llorar a la iglesia. Ojo, que también van a tener que dejar un diezmo, y probablemente no llegue al cielo con el mismo estatus de Sor Teresa, pero para que no se sienta mal, aún hay gente que cree que con tan solo ayudar a un anciano a cruzar la calle tiene las mismas posibilidades de llegar.

 

PD: Personalmente disfruto de ir al estadio para sentir la mayor alegría en caso de un triunfo, la mayor desgracia en caso de una derrota, y la maldita sensación de que se pudo hacer más en caso de un empate. Sensaciones imposibles de lograr en la fase regular de los torneos con play offs, donde durante muchas fechas, ganar, empatar o perder te hace volver a la casa de igual forma a como llegaste.

lunes, 21 de junio de 2010

90 minutos del deporte ¿más hermoso del planeta?

La F.I.F.A en su afán por mostrar un mejor espectáculo obliga a jugar con balones que la mayoría de sus empleados no aprueban, mojan las canchas para que ésta corra más rápido, por ende también dificultan el control, al final buscan más goles a costa del error que de un mejor fútbol.

Jugados dos de los tres partidos de la fase de grupos nos encontramos con la grata sorpresa de ver a los equipos latinoamericanos en la cúspide de sus grupos. Grata sorpresa no sólo por el hecho de haber nacido en estas tierras, sino que por el hecho de haber nacido en estas tierras disfruto de un fútbol con enganche en el medio, un caño del nueve y la actitud que desde las calles se respira cuando vemos la pelota rodar y rodar.

Suene como suene, se lo merecen, quizás no sus pueblos, pero si los dueños de la pelota en Europa, sé que son ellos quienes generan los cambios tácticos que terminan por convencer al mundo de cómo se debe jugar, y no siempre tiene que ver con un convencimiento táctico – ideológico, muchas veces también utilizan el poder del dinero para educar a nuestros jugadores y robotizarlos para una “mejor gestión”, por ende, menor sabor.

Se les considera los pensantes en éste deporte, algunos también los creadores del deporte ¿más hermoso del planeta?

Marcelo Lippi (Italia) y Fabio Capello (Inglaterra), son dos ejemplos que mejor interpretan la disciplina táctica, el esfuerzo y trabajo para lograra plasmar éstas en el campo de juego y la seriedad a la hora de dar respuestas. El problema (para mí), es que forman parte de la “nueva” forma de jugar el fútbol en Europa, esa misma que sacó el sabor de la cancha (el 10), esa misma que al llamarse evolutiva, es capaz de salir a jugar una final televisada para el mundo entero con 10 atrás, esa misma que hace un par de años ya que me hace cambiar de canal a cada rato esperando encontrar algo que me haga sentir.

Aclaración: Rinus Michels queda fuera de todo enjuiciamiento.

Entiendo lo difícil que es para un técnico adiestrar, disciplinar y trabajar la táctica y la estrategia con un grupo de veinticinco jugadores, para después plasmarla en la cancha, pero no por eso voy a aplaudir la forma.

Personalmente (no soy suizo) sentí vergüenza del fútbol empleado por Suiza en su partido frente a Chile; ¿disciplinado? sí, ¿tácticamente aplicado? sí, ¿buenos en su propósito?, también. Ahora cabe preguntarle a los hinchas de sus selecciones como se siente.

¿Porqué critico más a los europeos que a los latinoamericanos en su forma?, simple, porque allá llegan los mejores jugadores del mundo, porque allá tienen las mejores instalaciones del mundo, y porque allá está la plata para poder cambiar al mundo (del fútbol).

En honor al fútbol que disfruto de verdad, gracias Diego, Dunga, Martino, Bielsa y Tabarez, por ahora, y sólo por ahora, punteros del evento más importante del deporte más hermoso del planeta.

jueves, 17 de junio de 2010

De Eladio a Beausejour

Cuesta abstraerse de las raíces, algunos las sienten muy profundas en su corazón y otros simplemente viven dentro de la burbuja, lo cual les hace imposible ver desde afuera.

Y es que el ejercicio de ver a Chile debutando en un mundial, con toda la presión, con toda la historia a cuestas, con toda la inexperiencia en el análisis de ver a la roja apostando en un mundial, dificulta el ejercicio periodístico y de análisis.

Por un lado los medios abusan del hincha común y corriente en la entrega gratis de un optimismo empaquetado y  construido en base al relleno del noticiero o matinal.

Por otro, los enviados especiales al continente negro hablan desde el corazón y no desde la razón. Hasta donde tengo entendido, ese es trabajo del que paga (hincha) y no del que pagan (periodista).

Suena amargo  y lo es, me molesta el optimismo de las calles, me molestan las encuestas que dan a Chile como seguro en semifinales, me molesta que se crea que Chile va a ser la revelación y me molesta que se diga “celia punk”, “niño maravilla” y “matigol”, me molesta que la gente se compre gorros de dos metros, cornetas y anteojos gigantes solo pensando en salir a celebrar, y no en el partido.

Si fuera por mí, me encerraría tal cual lo hace Eduardo Galeano con un cartel fuera de la casa que diga “cerrado por fútbol”. Les dije, amargura pura

Ahora a lo que nos (me) convoca. Chile 1-0  Honduras

Desde la historia:

De nada me puedo quejar, sino más bien agradecer. Cuando uno revisa las participaciones de la roja en los mundiales del 1998 (Francia), 1982 (España) 1974 (Alemania), que son a los que uno puede comparar en mayor o menor medida la idea de cómo se juega actualmente al fútbol;  nunca, pero nunca van a ver a la selección chilena salir a atacar a un rival.

Lo que se vio en el estadio de Mbombela es material exclusivo de Marcelo Bielsa y de regalo para quienes aún podemos ver, sentir o escuchar el fútbol.

1930 (Uruguay): Chile 3- 0 México  -  Chile 1-0 Francia

1950 (Brasil):       Chile 5-2 E.E.U.U.

1962 (Chile):        Chile 3-1 Suiza – Chile 2- 0 Italia – Chile 2-1 U.R.S.S – Chile 1- 0 Yugoslavia.

Esta lista que acaban de leer señores, es toda la historia de triunfos en mundiales de nuestra selección, desde aquel  lejano, pero no menos glorioso 1930 hasta el presente Sudáfrica 2010. Ochenta años señores.(como diría J.M)

 Conclusión: Triunfazo el de Chile frente a Honduras,  en la historia quedará…………. de Eladio a Beausejour.

 

Desde la cancha:

Pudimos apreciar la intención y la capacidad de lograr establecer las líneas de presión desde tres cuartos,  es lo que se pide a la hora de manejar un encuentro.

Si el partido se hubiese jugado los noventa minutos tal cual los primeros 45, estaríamos hablando de un partido casi perfecto, pero la cosa no es  así, y es en el segundo tiempo cuando Chile mostró el lado “B”, ese del que no se habla ni se comenta en los medios, en un asado y menos en la oficina.

Fue inevitable recordar a la Argentina del 2002 y compararla con éste Chile cuando el concepto de pausa o tranquilidad no aparecieron ni pidiendo la hora. Aún recuerdo las recriminaciones que sufrió Bielsa luego de su bullada eliminación con la “albiceleste”.

“El correr sin pensar”, “Mal pensado vértigo”, “En el fútbol también se piensa, no solo se corre”.

Conceptos que me quedaron dando vuelta cuando la selección pierde el orden en el medio campo el segundo tiempo. Al momento de recuperar, si no es por un chispazo de Fernández o un foul auto-fabricado por Alexis, perdíamos la pelota en igual o menos tiempo que lo que demorábamos en recuperar.

Me preocupó la ansiedad de Alexis (entendible), me preocupó el nerviosismo de Valdivia (no estaba en su posición), me preocupó la invisibilidad de Beausejour (hizo el gol), me preocupó la poca capacidad de aguantar un balón o habilitar al tiempo requerido de Fernández (Habilitó para el gol).

Lo sé,  es quejarse de lleno, es siempre ver el vaso medio vacío, pero también son síntomas reales que a veces cuesta ver cuando se gana y se desata la fiesta, y cual es el problema de ver la vida sin dulces,  si lo que importa es el sabor.

Al final nos quedamos con un  triunfo del que ya no se recordaban olores, una intención de la que registros no existen y una satisfacción que nos hará contar a nuestras futuras generaciones la experiencia de ver a Chile ganar después de 48 años.

Gracias Fútbol.